Tenemos ocupaciones y las prisas no nos dejan poner en orden toda la casa, y cuando tenemos hijos, el caos aumenta y parece que nunca va a acabar, pero, ¿es esto tan malo en realidad?
El desorden tiene algunos beneficios para los niños:
- Beneficio cognitivo. Un espacio desordenado, con muchos elementos más o menos inesperados, puede provocar estímulos e ideas que de otro modo no tendríamos.
- Ideas. Niños y adultos tienen más y mejores ideas, cuando frente a ellos tienen muchos elementos distintos.
- Creatividad. Si un niño puede tener más de un juguete cuando juega, se le pueden ocurrir nuevas cosas para experimentar, a diferencia de si sólo tiene uno.
- Salud. Un espacio desordenado puede acumular bacterias, pero esto es positivo porque entre más expuestos estén los niños a los microbios, más fortalecerán su sistema inmunológico.
Si eres mamá que cocina, seguro te gusta tener todos los utensilios en su lugar, pero, ¿te imaginas si mientras preparas la sopa en donde tendría que estar la cuchara para remover te encuentras con una jarra? A lo mejor se te ocurriría preparar un agua de fruta, y con eso la comida del día tendría un pequeño plus.
Por supuesto que no se trata de tener la casa hecha un tiradero con todo regado por todas partes, se trata de que no nos preocupemos demasiado cuando los juguetes de los niños aparezcan tirados en la sala, ni perder la calma si las cosas no están donde pensamos.
Regresar