La piña es deliciosa, fresca y tiene un agradable perfume. Además de, tiene propiedades diuréticas que le ayudan al cuerpo a eliminar las impurezas y toxinas generadas por una mala alimentación, la contaminación ambiental y los productos químicos de uso diario.
Entre sus propiedades, también están una alta concentración de vitaminas C, B1, B6, ácido fólico y minerales como sodio, potasio, calcio, magnesio, manganeso y hierro. Buena parte de su composición es agua, por lo que es ideal para la temporada de calor, y su pulpa es casi pura fibra, lo que ayuda al aparato digestivo.
Por si fuera poco, contiene gran cantidad de bromelina, una enzima que ayuda a la digestión y destruye los parásitos intestinales.
¿Bromelina? ¿Qué es eso?
La bromelina es una enzima con propiedades antiinflamatorias, ayuda a reducir el riesgo de padecer una trombosis.
Actúa como anticoagulante, por lo que ayuda a mejorar la circulación, y ayuda a mantener la salud de los glóbulos blancos presentes en la sangre.
Antioxidantes
Los antioxidantes presentes en la piña, como la vitamina C y el magnesio, refuerzan las defensas y ayudan a preservar la salud de las células del aparato nervioso.
La vitamina C además combate a los radicales libres, que se asocian al desarrollo de enfermedades como diabetes, ateroesclerosis, enfermedades cardíacas y algunas formas de cáncer.
Ahora ya sabes los beneficios que te aporta la piña, no dudes en incluirla en tu dieta. Prepárala en ensaladas, cocteles de frutas, jugos y batidos. O cómela sola, de cualquier forma te servirá mucho.
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