¿Sabes si tienes un niño tirano en casa?
Si tu hijo se comporta como si él mandara en casa, probablemente tenga el “síndrome del emperador” o “niño tirano”. Es una característica cada vez más frecuente, y consiste en un niño que domina a sus padres, llegando al extremo de maltratarlos o intentar hacerles daño.
¿Mi hijo es un niño tirano?
¿Tus hijo tiene algunas de estas características?: Cuando quiere algo espera que los que están alrededor se lo proporcionen; expresa con rabietas o violencia su aburrimiento, frustración o cualquier otra situación de incomodidad; no sabe cómo enfrentar las situaciones negativas ni resolver sus problemas; se siente el centro del mundo; culpa a otros de las cosas y justifica sus actos; no le importa cómo sus acciones afectan a los demás (empatía); pide y pide cosas y nada le satisface; no siente culpa por sus malas acciones; piensa que sus padres son injustos o malos cuando le llaman la atención; exige demasiada atención no sólo de sus padres sino de todo el mundo; no sabe adaptarse a las situaciones fuera de la familia, como la escuela, porque tiene problemas con las figuras de autoridad; tiene baja autoestima y se muestra triste, enfadado o ansioso.
Si reconoces varias de las anteriores características, te encuentras ante un caso de niño tirano. Hay diversos factores que causan que un niño desarrolle estas conductas, comenzando por la educación familiar, pero también se relaciona con el ambiente social cada vez más consumista y que busca la satisfacción inmediata a los deseos, así como una posible predisposición genética.
Un desarrollo normal
Un niño recién nacido y de hasta un año de edad, requiere de una mucho mayor atención que uno más grande. Todo el entorno se dedica a su bienestar y el niño aprende que es el centro de atención de su familia. Después de un año, hay que ir reduciendo la atención gradualmente, para que vaya aprendiendo a tolerar las situaciones incómodas y no reaccione violentamente cuando no se satisfacen sus deseos o necesidades, o no de manera inmediata. A los 4 ó 5 años, ya debe ser capaz de verbalizar su mal humor y controlar sus reacciones.
Evita que tu hijo sea un tirano
Para que el desarrollo de la personalidad de tu hijo sea mejor, te sugerimos las siguientes acciones:
- Formular reglas claras y explicar la razón de ellas.
- Los padres o tutores del niño deben ser coherentes y aplicar las mismas reglas.
- Mostrarse firmes antes las decisiones que los padres o tutores han tomado y no cambiar de parecer con frecuencia.
- Cumplir con las amenazas o advertencias que se le hacen al niño.
- Cambiar el sistema de castigos por el de recompensas.
- Mejorar la relación con el niño, compartiendo sus intereses y dedicándole un tiempo al día para alguna actividad en común.
- Asignarles tareas acordes a su edad, como arreglar su habitación, hacer la cama, recoger basura o lavar platos.
- No sobreprotegerlos ni descuidarlos.
Estas sencillas pautas reducirán las probabilidades de educar a un niño tirano.
Regresar