No le demos muchas vueltas, la televisión no es mala, el problema es que no siempre sabemos usarla adecuadamente y no todo el contenido tiene la calidad ideal que queremos darle a nuestros niños.
La mayoría de nuestros hijos pasan muchas horas sentados frente a la televisión todos los días. ¿Es tan malo pasar tanto tiempo viendo programas?
Si tu hijo pasara todos los días 4 horas leyendo literatura o estudiando sus materias escolares, ¿pensarías que es malo? Seguramente no. ¿Cuál es la diferencia? Sin duda, los contenidos. Porque no es lo mismo pasar horas aprendiendo cosas nuevas a pasar el mismo tiempo absorbiendo contenidos que aunque son divertidos, no siempre ofrecen algún aprendizaje o idea de provecho.
Sin embargo, ¡no todo lo que hay en la televisión es chatarra! Si te tomas una tarde para ver con tu hijo lo que le gusta en la televisión, tendrás más herramientas para decidir si es demasiado o si no hay tanto problema.
A lo mejor le gustan los programas educativos, o puedes inculcarle que vea documentales sobre la naturaleza o de ciencias, caricaturas educativas y programas que fomenten valores morales o cívicos, siempre y cuando tú como mamá estés de acuerdo con esos valores, por supuesto, pues la televisión nunca debe sustituir la educación familiar.
Es tu responsabilidad
La responsabilidad de lo que come un niño es de sus padres, lo mismo la ropa que usa y los juguetes que tiene. La televisión no es diferente, tú debes elegir en última instancia su está bien que vea un programa determinado o si está fuera de los límites de lo permisible en tu entorno familiar.
Además, si pasa varias horas al día frente a la pantalla, tienes que asegurarte que también pasa el tiempo suficiente haciendo actividades físicas, ayudando en las labores de la casa y, por supuesto, estudiando.
Ten en cuenta que:
- La televisión no enseña a ser violentos, pero si refuerza los comportamientos violentos.
- La televisión no atrofia la inteligencia, pero si captura la concentración y el interés.
- La televisión puede estimular la creatividad, o coartarla.
- La televisión puede educar, pero también puede mentir.
- La televisión no es el problema, pero algunos contenidos sí.
No te compliques demasiado, conoce bien lo que le interesa a tu pequeño y analiza qué valores deseas inculcarle. La televisión puede ayudarte o estorbarte, según la sepas usar.
Fuente: www.veoverde.com
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