Los niños conocen el mundo a través de su interacción con él, que va cambiando y evolucionando con el paso del tiempo y la mayor madurez psicológica y física que se adquiere con la edad. Entre las distintas formas de interacción con el mundo, la principal es el juego, que permite el crecimiento psicosocial e intelectual.
A través de sus juegos, tu hijo explora su medio, ejercita su imaginación y aprende la forma correcta de relacionarse con otros niños y con los adultos. Descubre cómo reconocer y expresar distintas emociones y deseos y también comienza a diferenciar entre el mundo real y el mundo imaginario que él mismo construye mentalmente.
Los primeros siete años
Los primeros siete años de vida de un ser humano son los más importantes puesto que representan, proporcionalmente, el periodo en el que más conocimientos se adquieren, comparados con el resto de su vida.
El juego es la base de ese aprendizaje. Tanto es así que el kínder o jardín de niños, se basa casi exclusivamente en juegos y toda clase de actividades lúdicas.
"Ponte a hacer algo"
Muchas personas creen que jugar es una pérdida de tiempo y que no cuenta como una actividad de provecho. La cultura neoliberal nos ha querido enseñar que sólo tiene valor aquello que representa una ganancia material, preferentemente económica, negando el valor del tiempo libre, del juego, del ocio y de la cultura.
Es tu lugar, como mamá, y también el de su papá, enseñarle que todo eso también es valioso e importante; hazlo invitándolo a jugar, imaginar, descubrir e inventar. Inviten a sus amigos o primos a una tarde de juegos en casa o al aire libre, pues también del contacto con los demás se aprende mucho, y entre más se aprende, más se crece.
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