El cambio de los dientes de leche hacia los dientes definitivos es uno de los puntos más importantes en el crecimiento de tu hijo. Este proceso, desde que inicia hasta que culmina, ¡puede tomar hasta doce años! Y desde el momento en que un diente se afloja hasta el momento en que cae, pueden transcurrir semanas o meses, por lo que debes ser paciente y apoyar a tu hijo sobre todo cuando tenga molestias o dolor, a causa del diente flojo.
Los dientes de leche
Los dientes de leche de un niño por lo general, comienzan a aparecer entre los 4 y los 7 meses de nacido, aunque esto puede variar mucho en los casos individuales. Durante los primeros 3 años de vida o poco más, van brotando nuevos dientes hasta llegar al total de 20.
La caída de los dientes de leche se da en el mismo orden en que aparecieron, aunque no siempre es así. Mientras la caída de uno no se deba a un golpe o alguna enfermedad bucal, no te preocupes si uno más nuevo cae antes que uno más viejo.
Los primeros dientes de leche comienzan a caer alrededor de los 5 años de edad, y generalmente son los centrales de abajo, seguidos por los de arriba. Si tu hijo comienza a perderlos a los 4 años, o si a los 7 apenas comienza, ¡no te angusties!
¿Y si se le caen antes o después?
Si a tu hijo se le comienzan a caer desde muy temprana edad, o si pierde un diente a causa de un accidente, llévalo con el dentista. Él le colocará un diente de plástico que evitará que tenga problemas con el espacio entre los dientes, así como orientarte en caso de que la caída se deba a alguna enfermedad.
Si a los 7 años todavía no ha comenzado a perderlo, también llévalo al dentista para que tome una placa de rayos x y prevenir cualquier anomalía.
Quitar dientes de leche
Si tu hijo ya tiene un diente flojito, anímalo a que lo mueva con la lengua o la mano bien limpia. Si se atreve, lo puede doblar hasta que se caiga, y esto no le causará dolor pues la raíz ya está desintegrada.
Pero también recomiéndale que no fuerce la caída de un diente que no esté lo suficientemente flojo. Si lo hace, la raíz que todavía no se desintegra por completo, puede infectarse, causándole problemas en la boca.
Recomendaciones finales
Cuando los dientes permanentes comienzan a salir, es normal que tu hijo tenga dolor, especialmente en los molares. Si hace falta, puedes darle un analgésico en gel o crema, aunque es normal que el dolor no dure mucho.
Los dientes nuevos generalmente son más grandes y afilados.
Cambia el cepillo de dientes de tu hijo cada tres meses para evitar la proliferación de bacterias y el desgaste del cepillo. Supervisa su higiene bucal al menos hasta los 8 años de edad.
Los últimos dientes de leche llegan a perderse cuando cuando comienzan a salir los molares, más o menos a los 12 años.
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