Aunque la violencia física y la emocional son bien reconocidas como formas de maltrato hacia los niños, hay otra forma de maltrato infantil más común, pero más sutil y que no siempre reconocemos como tal: la ausencia de límites o reglas, que se puede derivar en el abandono parcial o total del niño.
El maltrato infantil es cualquier situación donde el niño se ve vulnerado. Además de golpes o abuso psicológico, la negligencia de los padres puede ser igual de perniciosa, dejando huellas permanentes en la vida de su hijo.
La negligencia se refiere a la falta de protección y cuidados mínimos necesarios por parte de los padres (o guardianes) del niño. Estas necesidades básicas son: alimentación, higiene, vestido, protección del peligro, cuidados médicos y educación.
¿Por qué es malo no ponerle límites?
Las reglas de comportamiento y labores en casa, son parte de la educación de un niño. Son las que le enseñarán a encontrar su lugar en el mundo, a adquirir el valor de la responsabilidad y la autonomía, ayudan a madurar y tener un orden en sus cosas.
La ausencia de este aprendizaje, lleva a un niño a crecer pensando que los demás sólo importan en la medida en que le son útiles a él, y a vivir en frustración al descubrir que no todo el mundo estará dispuesto a darle lo que quiere sin él dar algo a cambio. La falta de reglas conduce a la infelicidad.
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