Una exposición prolongada a las pantallas (PC, celulares, tablet, televisión, etcétera) puede afectar la salud visual de tus hijos, así que es importante administrar su uso a lo largo del día, limitándose a una hora diaria como máximo.
Los efectos de la exposición prolongada a las pantallas, en niños o adultos, pueden incluir:
- Presión ocular
- Cataratas
- Ojo seco
- Disfunción binocular (intolerancia a la luz, etc.)
- Errores refractivos (visión borrosa, etc.)
- Fatiga ocular
- Síndrome de ojo rojo
¿Mi hijo necesita lentes?
Para saber si tu hijo necesita usar anteojos, observa y busca los siguientes síntomas:
- Ladea la cabeza para leer o escribir
- Acerca mucho los ojos al libro o cuaderno
- Entrecierra o parpadea mucho
- Se frota excesivamente los ojos
- Tiene comezón en los ojos con mucha frecuencia
- Dolor de cabeza o cansancio, sobre todo después de clase
Si observas alguno o varios de estos síntomas, es probable que tu hijo necesite lentes. Llévalo pronto con el oftalmólogo para una revisión más a fondo. Algunos problemas de visión de la infancia, pueden corregirse si se tratan a tiempo.
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