La pregunta: "¿Qué quieres ser cuando seas grande?" es una de las más comunes que les hacemos a los niños, a nuestros hijos y a los hijos de los demás por igual, y aunque los pequeños aún no saben realmente qué desean hacer por el resto de su vida, de inmediato dan más o menos las mismas respuestas: doctor, veterinario, maestra...
¿Por qué si no tienen una respuesta real, responden de esa manera? Quizá porque lo han escuchado en la televisión, o porque nosotras les hemos hecho pensar que ésas son las profesiones adecuadas, o porque son las únicas de las que han oído hablar.
Lo cierto es que en el futuro existirán ofertas de trabajo que hoy no podemos imaginar. Por ejemplo, hoy existen puestos de trabajo para publicar contenido en páginas de Facebook, empleo que hace una década era inimaginable. Ninguna de nosotras, cuando era niña, respondió: "Cuando sea grande quiero ser "community manager"?, ¿verdad?
¿Qué pasa si le pregunto?
Depende de cómo se lo preguntes. Si le haces la pregunta muy seguido, y la presiones para que elija un destino, lo más probable es que estés condicionando a tu peque a que elija el trabajo que tú quieres, y no el que él podría llegar a querer.
Esto le genera mucho estrés, y por su juventud e inexperiencia, no sabe cómo enfrentarlo. En su lugar, pregúntale cosas menos específicas y más abiertas, como: "¿Qué crees puedes hacer tú para mejorar el mundo?"
Ten en cuenta que una persona no es sólo el trabajo que realiza, es mucho más. Y eso es lo que debes fomentar en tu hijo desde que todavía es pequeño.
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