La ansiedad se define como un estado mental de gran inquietud, excitación e inseguridad. Hay dos clases de ansiedad, una que podríamos llamar "sana" y otra que es "patológica".
Ansiedad sana
Es el conjunto de temores que nos ayudan a mantenernos con vida, y que se aprenden a lo largo del tiempo a través de la experiencia o la enseñanza de lo que resulta peligroso para nosotras, pero también son los miedos que nos vienen de la herencia cultural o genética, como a la oscuridad o a la soledad.
Ansiedad patológica
Es el conjunto de miedos que no nos sirven, que nos afectan y nos impiden tener una vida feliz o tranquila, como las fobias, o la incapacidad de enfrentar la ansiedad sana (temerle a la oscuridad en la edad adulta, no saber afrontar la pérdida de un objeto estimado).
¿Cómo puedo controlar la ansiedad?
Es posible controlar la ansiedad y evitar que ésta nos controle a nosotras. La mejor opción es acudir con alguna experta de las emociones (una psicóloga o psicoanalista), que es la persona que realmente te puede ayudar cuando sientes que estás perdiendo el control de tus emociones.
En casa hay algunos ejercicios que puedes probar, pero éstos no sustituyen una buena psicoterapia, así que tenla en cuenta:
Comprender la ansiedad
Para controlar la ansiedad, es importante entender cómo funciona. Ya sabes que la ansiedad es una reacción a un peligro, por lo que siempre debes pensar de forma racional y lógica. Por ejemplo si sientes ansiedad cuando viajas en auto, quizá sea porque te preocupa que ocurra un accidente. Pensando lógicamente, descubrirás que aunque es posible que algo ocurra, es poco probable, y si conduces con cuidado, las probabilidades disminuyen mucho más.
Aceptar la situación
Si una situación específica te causa ansiedad, debes aceptar que no la puedes cambiar y comenzarás a relajarte. La ansiedad puede manifestarse como un cúmulo de ideas sobre cómo evitar la situación, muchas veces ideas imposibles de realizar. Mejor acepta lo que no puedes modificar y trata de tener una actitud positiva.
Respirar adecuadamente
Una de las cosas que pueden empeorar la ansiedad es respirar agitadamente, pues todo tu mecanismo se acelerará, generando más estrés. Detente y respira lenta y profundamente, así lograrás equilibrar tus pensamientos y tu organismo, y enfrentar la situación con mejor ánimo.
Eliminar la negatividad y el pensamiento mágico
Acéptalo, es poco probable que te pase algo tan terrible precisamente a ti. Si una situación te causa ansiedad, no pienses que algo malo ocurrirá. Si tienes que hablar en público y te preocupa hacerlo mal, no pienses en que las personas te abuchearán, pues lo más probable es que aunque cometas algunos errores, te pongan atención y estén de acuerdo contigo.
Expresar las emociones
La ansiedad a veces es la manifestación de un sentimiento no reconocido, que se ha mantenido oculto por un largo tiempo. Dale nombre a tus sentimientos, acepta cuando te sientas triste, enojada, frustrada o con envidia; trabaja cada sentimiento reconociendo lo que lo causa y cómo puedes aliviarlo. Serás menos propensa a la ansiedad cuando aprendas a expresar lo que sientes.
Ser asertiva
La asertividad es el equilibrio entre tus deseos y los de los demás. Atrévete a decir "no" y a expresar tus sentimientos, pero también aprender a sobrellevar cuando alguien te diga "no" a ti.
Descansar
El descanso es necesario para la salud física y mental, si no duermes lo suficiente estarás de mal humor durante el día, y la ansiedad puede aparecer con más facilidad.
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