Un adulto necesita dormir, en promedio, de 7 a 8 horas diarias, en un horario uniforme (cada noche acostarse a la misma hora, y levantarse todos los días a la misma hora también).
Si no estás durmiendo lo necesario, necesitas cambiar tus hábitos para poder hacerlo. Esto no sólo significa la cantidad de horas, sino que el descanso sea regular y de buena calidad, para que sientas el descanso cuando despiertes.
Un buen descanso
Dormir bien significa crear un hábito. Ve a la cama siempre a la misma hora y levántate también a la misma hora.
Procura que las variaciones no sean muy marcadas no frecuentes, evita desvelarte, duerme con las luces apagadas y en un ambiente fresco y sin distractores.
La importancia de un buen descanso
Los beneficios más notables de lograr el hábito del buen descanso, son:
- Más resistencia a enfermedades
- Mantener un peso saludable
- Reducir el riesgo de tener problemas graves de salud, como la diabetes y diversas enfermedades del corazón
- Mejora el estado de ánimo y disminuye el estrés
- Mejora la capacidad de atención y del pensamiento, lo que mejora tu desempeño laboral o familiar
- Mejora tu personalidad al encontrarte más amable y menos irritable
- Al estar bien descansado, los accidentes son menos probables
Procura dormir lo suficiente todas las noches y ante cualquier perturbación que se repita varias noches seguidas (dormir mal, dormir sin descansar, despertar por la noche, dificultad para dormir, etcétera), acude al médico familiar.
Un buen descanso hará maravillas por ti.
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