El rostro produce grasa de forma natural, llamada sebo. Esta grasa protege la piel del rostro, manteniéndola flexible y saludable, sin embargo, cuando se produce en exceso, da una apariencia brillante que no se ve muy bien. ¿Quieres saber cómo evitarlo?
Lavado de rostro
Lavar el rostro elimina la grasa que se ha formado, pero los poros producirán nueva grasa para reemplazar la que se ha perdido. La sobreproducción de grasa es lo que lleva a desarrollar una apariencia de rostro graso.
Lava tu rostro sólo una vez al día. Si durante el día necesitas limpiar tu rostro, usa papel secante en vez de lavarte de nuevo.
Después de lavar el rostro, huméctalo. Cuando la piel se seca, el organismo responde produciendo más grasa.
Maquillaje
El uso de maquillajes puede provocar un aumento en la producción de grasa, ya sea porque tienen efecto secante, o bien porque añaden aceites a la grasa natural.
Antes de dormir, es importante que te retires todo el maquillaje para que los poros no se tapen y respiren correctamente. Por la mañana no será necesario lavarte la cara si lo has hecho así.
Al maquillarte, usa una base mate y polvos minerales que absorban la grasa, evitando que tu rostro brille.
Productos de limpieza
Los jabones y limpiadores que buscan eliminar la grasa al producir un efecto secante en la piel del rostro, hacen que los poros produzcan nueva grasa para compensar la pérdida, lo que lleva a una sobreproducción de sebo.
En vez de jabones y limpiadores, usa suficiente agua. Si requieres de una limpieza más profunda, utiliza los aceites de limpieza, que son menos nocivos.
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