¿No te gustaría que tu vida fuera más sencilla y sin complicaciones? Te tenemos una buena noticia: ¡Es posible lograrlo! Sólo debes aprender a entregarte a ti misma, a desapegarte de las cosas que no te ayudan y a dejar ir las cosas que ya no necesitas.
Sí, esto tiene mucho que ver con los objetos materiales que acumulamos a lo largo de la vida, pero también con las relaciones interpersonales.
Orden
El primer paso para una vida libre de complicaciones es aprender a tener un orden en ella. No nos referimos a que todo lo ordenes de forma obsesiva, sino a que coloques cada cosa en su lugar: guarda lo que es bueno para ti y deshazte de lo que sólo ocupa espacio y no te deja crecer (o sea que estorba).
Juguetes, ropa vieja, adornos que sólo están ocupando espacio físico no te ayudan a sentirte a tus anchas. Y psicológicamente, tener una gran acumulación de objetos, también te hace sentir encerrada y con poco espacio para respirar.
No hagas lo que no deseas hacer
Si realmente no quieres ir a esa boda, no lo hagas. Escribe una nota de disculpa y usa ese día para ti misma, para lo que sí deseas hacer.
Ah, pero no te apresures a renunciar a tu trabajo. Antes de eso, piensa bien en las implicaciones, y si realmente lo mejor para ti (pero no t olvides de tu familia y de quien depende de ti) es dejar ese trabajo, prepárate bien y hazlo.
Tiempo libre
Si tienes tiempo libre, úsalo para ser libre. No te lleves trabajo a casa, en tus vacaciones no te llenes de responsabilidades o compromisos. Disfruta cada día y cada momento, porque de eso se forma la vida.
Con estas ideas, lograrás simplificar todos los aspectos importantes de tu vida, para dedicarte a lo que realmente es importante para ti: tú misma y tu familia.
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