Un buen descanso es necesario para recuperar fuerzas y ánimo y terminar cada día con buena cara, y nada mejor que un sueño reparador para descansar el cuerpo y la mente y hacer que el día siguiente, ¡sea el mejor!
Pero cada vez es más complicado lograr ese nivel de descanso, son tantas las cosas que tenemos que hacer cada día que vamos postergando el merecido descanso y cuando al fin podemos hacerlo, no nos sacamos de la cabeza los pensamientos de todo lo que falta por hacer.
Aquí te contaremos qué debes hacer y dejar de hacer para que tu descanso nocturno sea más favorable:
No restes descanso para sumar trabajo. El trabajo no se terminará nunca, siempre hay algo que faltará por hacer; será mejor que lo aceptes y sólo le dediques a él las horas adecuadas cada día, no más. Si falta por terminar, ¡no importa! Déjalo, vete a descansar y termínalo al día siguiente. Además, si descansas bien, rendirás mejor y harás un trabajo sobresaliente.
Prepara el ambiente propicio. Para dormir bien, debes mantener un ambiente oscuro en tu cuarto, con una temperatura fresca y, sí puedes, una cama agradable, ni muy dura ni muy suave. Además, procura dormir boca abajo, esto te ayudará a tener un mejor descanso.
Bebe un té caliente. Un té caliente, o leche caliente, te pueden ayudar a alcanzar la relajación necesaria para dormir bien. Por el contrario, los refrescos con gas y el café, pueden complicar el descanso.
Duerme ocho horas consecutivas. Aunque puede varias, y hay quien sólo necesita seis horas de sueño, y otros que necesitan hasta diez para lograr el sueño reparador, lo importante es que duermas tus horas de forma consecutiva, sin interrupciones.
La cama es para dormir y hacer el amor. No uses la cama para nada más que estas dos cosas; si la utilizas para todo, el sueño se complica. Al usarla sólo para lo que debes, tu mente asociará la cama con su función y al acostarte, enviarás a tu cerebro el mensaje de que es hora de prepararse para soñar (o amar).
¿Cómo le haces tú para descansar bien?
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